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Cheesecake de vainilla

Si hay algo que os gusta y que a nosotros nos vuelve locos, son las tartas de queso o cheesecake.
Hay muchas maneras de hacerlas: usando diferentes quesos, horneándolas con o sin baño María, o incluso frías. En verano son nuestra favoritas, cualquier cosa antes de encender el horno.

Hoy os traigo una que en casa nos encanta. Es cremosa, gracias a los ingredientes que se utilizan y a la forma de hornearse, al baño María.

Otra de las cosas que me encantan de esta tarta, es su base de galleta. Más de una vez me han preguntado si se puede conseguir una galleta asi sin hacer un cheesecake, y al menos hasta lo que yo se, ¡no!
Y es que, a mi entender, se consigue gracias a la absorción de los azucares de encima y a su cocción.
Es una pena, porque son de esas cosas de las que me podría alimentar jijiji.

Yo suelo hacer coulis casero, con fresas naturales. Pero esta vez he usado una mermelada de fambruesas de La vieja fábrica que venia en mi caja de mayo de Degustabox.

Me ha sorprendido muchísimo, ya que no lleva azúcares y la calidad de la misma es alucinante. Se notaban las pepitas de la propia fruta y tiene un sabor que con esta cheesecake queda perfecta.

Gracias a Degustabox estoy conociendo nuevos productos, que posiblemente sin ella no me hubiese atrevido a comprar. Si vosotros también queréis probarla, entrar en Degustabox y con el código 0EA4M la primera os costará 7,99€ en lugar de 15,99€. ¡No tiene permanencia!

¿Vamos con la receta?

Cheesecake de vainilla

Material: Molde de 24 cm por 7,5 cm de alto. 

Ingredientes

Para la base

  • 300 gr de galletas, en mi caso tostada de Mercadona
  • 150 gr de mantequilla derretida

Para el relleno (a temperatura ambiente)

  • 600 ml de Crème fraîche
  • 750 gr de queso de untar Philadelphia
  • 4 huevos
  • 400 gr de leche condensada
  • 30 gr de harina tamizada
  • 1 cucharada de pasta de vainilla

Empezamos

Precalentamos el horno a 170º calor arriba y abajo

Forramos la base de nuestro molde con papel de hornear, o si lo preferimos, le echamos spray desmoldante.

Para la base

  1. Trituramos las galletas, ya sea con picador eléctrico o poniendolas en una bolsa tipo zip y machacándolas con un rodillo. Tenemos que conseguir una textura de arenilla.
  2. Lo mezclamos con la mantequilla derretida hasta que todo quede bien unido.
  3. Forramos la base del molde con la galleta, presionando bien y cubriendo todo. Podemos forrar parte de los laterales si queréis, unos 3 cm.
  4. Ponemos el molde encima de una bandeja de horno, que llenaremos con agua hirviendo justo antes de meter al horno, cubriendo unos dos dedos el molde.

Depende el molde que usemos, es conveniente forrar todo el borde con papel de metal, para evitar que se introduzca el agua del baño María en él.

Para el relleno

  1. Batimos la crème fraîche junto con el queso crema hasta conseguir una crema lisa. Si lo hacemos con batidor eléctrico, usaremos el accesorio pala y velocidad 2 todo el tiempo.
  2. Añadimos los huevos uno a uno, hasta que estén bien integrados todos. No echaremos el siguiente hasta que no este bien mezclado el primero.
  3. Agregamos la leche condensada, la harina y la vainilla y removemos hasta que todo este bien integrado.
  4. Vertemos la mezcla en el molde e introducimos la bandeja en el horno.
  5. Horneamos durante 1 hora o 1 hora y cuarto, hasta que este dorada pero aun tenga un ligero temblor en el centro.
  6. Sacamos la tarta del baño María, pasamos un cuchillo por el borde para separar la tarta y evitar que se agriete.
  7. La ponemos encima de una rejilla, hasta que este fría. Después la meteremos en la nevera, para que se enfríe por completo, mínimo 3 horas.

Notas

  • Sacar los ingredientes de la nevera una hora antes de hacer la tarta. Si hace mucho calor, con media hora bastará.
  • Podéis usar las galletas que queráis, yo he probado con Oreo, María de toda la vida, dinosaurios… Pero las que más me gustan son las que os pongo de Mercadona.
  • Yo he usado este molde Pushpan de Maria Lunarillos y tengo que decir que es una pasada. Se desmolda genial y no se pega nada a los bordes. Además no hay derrames gracias a su junta de silicona. No he tenido que usar papel de metal por este tipo de molde, pero antes, cuando usaba uno de silicona si.
  • Os recomiendo dejar la tarta una noche entera en la nevera. Esta mucho más rica de un día para otro.
  • La mermelada que uséis es a vuestra elección. Como os digo suelo hacer couilis casero, pero esta mermelada me ha encantado, creo que probaré otros sabores de la marca.

Receta del libro Tartas de queso Hannah Miles

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